Su origen proviene del checo y apareció por primera vez en una obra de ciencia ficción, R.U.R. (Robots Universales Rossum), escrita por el autor Karel Čapek
Hoy nos resulta tan familiar que parece que siempre estuvo ahí. Los robots forman parte de nuestra cultura, nuestra vida y nuestro vocabulario. En el mundo físico quedaron relegados a las fábricas durante décadas. Pero la palabra ha atravesado miles de páginas de libros y horas de metraje en las películas. Tanto que se ha erigido en la forma universal para designar a una máquina con capacidades autónomas. Por encima de términos más antiguos, como autómata o androide.
Y es que robot tiene solo un siglo de vida. Proviene de la palabra checa robota o roboti (en plural), que se traduce como servidumbre o trabajos forzados. El término apareció por primera vez en la obra de teatro R.U.R (Robots Universales Rossum), escrita por el autor checo Karel Čapek. El texto se publicó en 1920 y se estrenó el 25 de enero de 1921 en el Teatro Nacional de Praga. A través de su traducción al inglés, ‘robot’ se popularizaría en todo el mundo.
La obra se inicia con la visita a una fábrica de Roboti, palabra que Čapek escribe siempre con mayúscula en el texto. Allí se producen máquinas con aspecto humano, diseñadas para servir a las personas y trabajar por ellas. Tienen los atributos necesarios para realizar cualquier tarea que haga un humano, pero están despojadas de emociones.
La obra de Čapek, autor también de La guerra de las salamandras, recoge el entusiasmo por la ciencia, la ingeniería y el progreso, predominante hasta 1914. Y combina estos ingredientes con el pesimismo surgido con el fin de la Primera Guerra Mundial. El resultado es una distopía tecnológica que juega con temas que se repetirán constantemente en la ciencia ficción del siglo XX, tanto en literatura como en cine.
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